Juan Julio Gómez
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El Ministerio de Educación (Minerd) ordenó una investigación para determinar las circunstancias en que murió un estudiante de 14 años que, supuestamente, fue golpeado por compañeros de la escuela Clara Brens, en Matancita, provincia María Trinidad Sánchez, y aclaró que no hay reporte de que el incidente ocurriera dentro del plantel.
Diego Pesqueira, encargado de prensa del Minerd, dijo que la Policía Escolar ni la dirección del plantel tienen reporte de que el incidente que provocó la muerte de Gerson Bidó Acevedo (Bebo) ocurriera dentro de la escuela, y dijo que las autoridades están a la espera de los resultados de la autopsia que se le realizará al cadáver del estudiante.
“El ministro (Antonio Peña Mirabal) ordenó una investigación exhaustiva de ese hecho, pero hasta el momento, la Policía Escolar ni la Dirección de la escuela tienen reporte de que ese problema ocurriera dentro de la escuela, por ello debemos esperar”, dijo Pesqueira.
De acuerdo a versiones, el estudiante fue “tambaleado y golpeado” por varios compañeros porque éste se negó a entregarle un reloj que tenía, aunque esto no está confirmado.
Su muerte ocurrió el miércoles en un hospital de Nagua, en el nordeste del país, y su cadáver fue sepultado ayer en medio de gran pesar entre familiares y vecinos de la comunidad, ubicada a orilla del océano Atlántico, en la costa norte.
El menor estaba ingresado desde el viernes de la semana pasada, tras recibir los golpes que le causaron la muerte, de acuerdo a informes publicados por algunos medios. Su cadáver fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para practicarle una autopsia, de acuerdo al informe.
Matancita es una comunidad pesquera localizada a unos diez kilómetros de la ciudad de Nagua, en la carretera que le comunica con Samaná.
Petra Saviñón Escrito por: Petra Saviñón Ferreras SANTO DOMINGO . El culto a la apariencia ha pasado a sustituir hasta al sentido común, ese escaso don que permite analizar riesgos y sortear peligros Ante su ausencia, mermado quizás por las imposiciones sociales, por el afán de alinearse al canon de belleza inculcado hasta los tuétanos, el irraciocinio aprovecha su espacio y actúa, ¡cómo actúa! El ego ansioso de idolatría asume como lo más importante, como lo único relevante, lucir, estar “bien”, ser objeto de miradas, de elogios. Poco importa lo que haya qué hacer, que sacrificar para lograrlo El asunto es que ese esfuerzo por tener un “cuerpazo” implica no solo incurrir en gastos y deudas que dejan con la mano en la cabeza. Es lo mínimo. Conlleva en múltiples casos problemas permanentes de salud y hasta la muerte Así, ese odioso perfil, ese encuadre en el que debemos caber para ser bellos, nos juega malas pasadas, nos patea de forma tal que si no...
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